El tiempo, eso que no puedes almacenar, ni reemplazar, ni tampoco sustituir o parar. Lo mejor que puedes hacer es siempre aprovecharlo.
Algunas claves para emplear bien el tiempo, haciéndolo más productivo, y no caer en el “es que no me ha dado tiempo”:
1. Determina que tareas son las importantes. Establece prioridades, y no te dejes llevar sólo por las cosas urgentes.
2. Aprende a decir no. Es importante saber decir que no a otras personas, el mérito es además, saber decirlo de forma asertiva. Si dices “si” a todas las propuestas o peticiones que los demás te hagan, no te quedará tiempo para lo realmente importante, para aquello que has priorizado en tu vida.
3. No pretendas hacerlo todo perfecto. Pueden hacerse las cosas bien sin pretender llegar a la perfección, esto sólo te servirá para dilatar las tareas en el tiempo, y fijarte metas difíciles de conseguir. Utiliza el sentido común y sé práctico/a.
4. Aprende a delegar. No todo tiene que pasar por tus manos, confía en los demás, sabrán hacerlo igual de bien, y te permitirá gestionar mejor tu tiempo y poder hacer más cosas.
5. Comunica con eficacia. En ocasiones falta o sobra una conversación, generando conflictos que podrían evitarse con una comunicación adecuada.
6. Evita interrupciones y/o distracciones. No dejes que puedan interrumpirte constantemente con visitas inesperadas, conversaciones telefónicas, whatsApp o redes sociales.
Establece tiempos de desconexión cuando tengas que concentrarte en algunas tareas, serán más productivos.
7. Descarta pensamientos inútiles. A veces hay sentimientos, preocupaciones, remordimientos o miedos, que no nos ayudan nada, y aunque son muy difíciles de controlar, podemos hacer el esfuerzo de no dedicarles tiempo. No nos aportan nada constructivo, y sólo consiguen que dejemos de aprovechar nuestro tiempo en otras cosas.
8. Gestiona bien la multiconexión. Estamos conectados a través de varios dispositivos, el móvil, el portátil, la tablet y en varias ubicaciones. Esto mejora enormemente nuestra comunicación y nos abre más posibilidades para aprovechar el tiempo, pero también ocurre que no encontramos ocasiones para desconectar. Es sano buscar momentos para desengancharse y momentos para estar hiperconectados.
9. Orden y planificación. Emplea recursos analógicos o electrónicos para anotar todo lo importante y no caer en olvidos decisivos. Ordena tus papeles y gestionar la agenda correctamente, te evitará muchos problemas.
10. Aprovecha los tiempos muertos. Lo mejor de todo es que los tiempos muertos sólo existen si tú quieres.
Si los empleas en descansar, pensar y relajarte, ya no son tiempos muertos, sí no momentos muy provechosos.